domingo, 16 de marzo de 2014

Twenty FAB and counting

A los 23 viajé a India por tres meses. Lo necesitaba para superar ser tan graduada universitaria, tener tan pocas metas claras y cariño por mí misma, acumular relaciones que cada vez significaran menos, psicoterapeuta tras psicoterapeuta, y entrevistas de trabajo fallidas.

India como quiebre fue genial.

Hoy tengo 25. Acumulo ahora invitaciones a casamientos y baby showers, pero también más relaciones humanas y besos, chismes sobre mí, cortes de pelo, secreto, capas de rouge rojo y brillo, reuniones con amigos frente a computadoras y entradas a bares sub 23.

Este año ya empieza a pesarme la edad toda vez que me enamoro de jóvenes con quienes todo va a fracasar desde el vamos. Y ni siquiera consigo un vamos.

A los 25 lidero un equipo de más de 25 personas y contando. Durante 2014 cada uno de mis defectos y cada una de mis virtudes se verán reflejadas en ellos.

Supongo que esto se va a tratar de cómo trato de que cada una de esas cosas re refleje en ellos, pero porque yo las cambié.

Supongo que esto se va a tratar de cómo mutilo mis expectativas románticas para darme cuenta de que puedo estar sola, ser fabulosa y seguir madurando mientras envejece mi edad biológica.

Supongo que esto se va a tratar de perderle el miedo a la adultez y hacerla también divertida y admirable.

Supongo que, una vez más, todo será de mi coexistencia con el mundo.